Y se fueron las tristezas con el sol de primavera. La lluvia, sonríe y canta, el gorrioncillo gorjea... Y la flor de la pradera con sus perfumes encanta. Ya no percibo tristezas, sino una armonía santa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.