Para extinguir el mal de amores
hay que saber llevarlo en silencio
para desmenuzar su recuerdo.
Lo valioso engrosa la añoranza,
lo vano es, sólo leve fracaso.
Llegas como un suspiro
y rodeas mi playa
aún ilusionado.
Mas sólo soy arena...
Mi mar ya se ha secado.
Al calor de mi cuerpo,
tu caricia
perfuma como flores
de azahares
y me pienso en la gloria.
¡Qué delicia!
Al ver la última vocal
suspiró mi poesía.
Harta de mi fantasía
pide: ¡Pon punto final!
Amor que a noviembre lo haces primavera
y consientes que conozca mis canciones.
Letras que brotaron un día cualquiera
a la orilla de mis viejas ilusiones.