Llegó el otoño.
¡Cuánta nostalgia abraza
mi soledad!
Con el apremio de las codicias
de mi corazón entusiasmado,
voy hacia ti amor de mis caricias.
Viajo en un suspiro ilusionado.
Mis sueños no cumplidos
y anhelos contrariados,
los mantengo dormidos.
Jamás serán borrados.
Tejiste tristezas, terremoto,
triplicando tus tenaces toques.
Tanto traqueteo tumultuoso...
Tu tirón. Tu tosca tembladera.
¡Ah, mi joven ayer,
te recuerdo y suspiro!
No sé a dónde te fuiste
que ni tu sombra miro.