Abrió la flor de la fantasía
y anhelante esperó que llegara,
algún bohemio o alma enamorada,
que en sus pétalos de antología
montara versos para su amada.
¿Por qué si no me quisiste
un dolor siento en el alma?
Juro que no tengo calma,
desde el día que te fuiste.
Despiértate dormilona,
ilusión de mis sentidos.
Canta y sonríe, querida...
Sé arlequín de la gran fiesta,
del carnaval de la Vida.
Y con su alegre din, don, dan
el reloj de la repisa,
me anuncia que está por llegar,
el dueño de mi sonrisa.