Fría brisa del invierno
Sé calma de mar y cielo.
Estrella del universo,
Tú, nacimiento de soles,
Revive la primavera.
Yo te ruego que controles
las ráfagas del desierto
De tu regreso, soy testigo.
Te leo con felicidad.
Qué gran gusto siento, en verdad,
de que estés de vuelta, mi amigo.
Si el silencio sabe escuchar todo,
cómo me gustaría ser silencio.
Captar latidos de amor y pasiones
y lo mejor, de ocultos pensamientos.
Haría de esas vibras canciones,
para que las cantaran los vientos.
Este amor locura sana
hace sentirme una diosa...
con el aroma de rosa
y el dulzor de la manzana.
Si pudiera el viento decirme...
decirme de ti.
Si me contara que tú sufres,
que sufres por mí,
le diría, llévame a su lado,
a su lado vivir.
El amor, seducción compartida,
nos hace fácil cualquier camino.
Amor es un suspiro divino,
es sonrisa, es canto, ¡es vida!
Me ha dolido el corazón
saber que un amor se aleja.
Pero más me duele enteder,
que se va y ya no regresa.
Corazón bajo la lluvia,
Anhelante amor esperas.
Abrígate con mi abrazo
que el frío así lo superas.
Su ausencia me hiere el alma.
El dolor me vuelve loca
y con nada se me calma.
Grito, así rompo el silencio.
Sollozo y vuelvo a gritar:
¡Regresa, cariño necio!